Desde la semana pasada tengo una
deuda con ustedes. Espero que hayan practicado con los cinco consejos que les
propuse y que ahora hagan lo propio con los cinco restantes.
Sexto consejo: huir de las
redundancias. Expresiones como cita previa o protagonista principal
demuestran poco dominio del significado de las palabras. Si se paran a pensar,
las citas siempre son previas y los protagonistas principales.
Séptimo consejo: evitar el uso
excesivo de las perífrasis. Si se puede decir empezar, ¿por qué decir dar
inicio?
Octavo consejo: rehuir los extranjerismos.
Si en nuestra lengua hay una palabra que expresa un concepto, es innecesario, y
demuestra pobreza de vocabulario, recurrir a una palabra de otra lengua. Si en
español tenemos los hermosos consejos,
¿por qué de repente tienen que convertirse en tips?
Noveno consejo: elegir el
registro correcto y no cambiarlo mientras escribimos. Si nuestro escrito admite
el tono coloquial, debemos mantenerlo; si, por el contrario, nos decidimos por
un tono formal, debemos serle fieles.
Décimo consejo (mi preferido): no
le tengan miedo al diccionario. Un amigo confiable que nos ayuda con los
significados de las palabras y con su ortografía nunca viene mal. Es el manual
de consulta esencial para un hablante y mientras más lo usamos, más lo
necesitamos.
No reserven estos consejos para
escritos largos y formales. Ténganlos a mano y aprovéchenlos cada vez que
escriban (notas en la puerta de la nevera, listas para el súper, correos
electrónicos y mensajes de texto o en las redes sociales). Todos nos lo
agradecerán.
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