Muchos nos preocupamos por el buen uso de las
tildes. La mayoría, sin embargo, tiende a considerar que usar las tildes
erróneamente o, incluso, no usarlas en ningún contexto no significa que se
escriba mal.
La
verdad es que si revisamos las reglas de acentuación en español tampoco nos
encontramos con tantas dificultades; lo principal es dominar la separación
silábica y aprenderse eso, que siempre nos recuerda a nuestros años escolares,
de agudas, graves o llanas, esdrújulas y sobresdrújulas.
Yo
creía que tenía dominadas todas estas reglas hasta que me encontré con algunos
casos especiales y resultó que, para ellos, también había una regla. Recordamos
que las palabras graves o llanas (cuya sílaba tónica es la penúltima) llevan
tilde si terminan en una consonante distinta de n o s; según esta regla azúcar, cárcel o lápiz son
palabras llanas que exigen acento ortográfico, mientras que examen o uvas no lo exigen porque terminan en n y s respectivamente.
¿Qué pensarían si les dijera que algunas palabras
llanas terminadas en s sí llevan
tilde? ¿Han pensado alguna vez en los récords,
los ínins o los bíceps? Su escritura correcta es esta misma, con tilde, y, sin
embargo, son voces llanas acabadas en s.
Añadan a sus reglas sobre la tilde la que establece que las palabras llanas
terminadas en dos consonantes, incluso si la última es una s, siempre llevan tilde. Ahí les dejo esta pequeña ñapa
ortográfica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario