Cuando nos enfrentamos a nuevas realidades debemos aprender a adaptar a ellas nuestro vocabulario. Entre los signos ortográficos auxiliares del español se encuentra el guion, una pequeña línea horizontal situada a media altura sobre la línea de la escritura. Pero seguro que muchos se han parado a pensar alguna vez cómo se llama ese guion cuando se alarga ligeramente y, en lugar de ir colocado a media altura, se sitúa en la misma línea de escritura. Probablemente pocas veces habíamos tenido la oportunidad de toparnos con este signo hasta que los correos electrónicos se nos hicieron imprescindibles. Y no, no se llama "rayita abajo". Su nombre correcto es guion bajo y tendremos que aprender a llamarlo por su nombre porque, de momento, parece haber venido para quedarse.
Seguro que ya a muchos les habrá llamado la atención, como sucedía en alguna otra de estas columnas, la falta de tilde en la palabra guion. Otra de las polémicas decisiones de la nueva ortografía que, sin embargo, no tiene más objetivo que mantener la unidad de la representación gráfica del español. Si tenemos en cuenta la ortografía, la combinación de una vocal abierta (a, e, o) con una vocal cerrada (i, u) se considera siempre un diptongo. Si lo pensamos bien, palabras como guion o truhan, que tienen estas combinaciones, son monosílabas y, como monosílabas, no se acentúan. Es por tanto un hecho convencional, que ya la Academia había establecido en su Ortografía de 1999. La diferencia es que ahora deben escribirse obligatoriamente sin tilde. Y, como sabemos, a veces la obligatoriedad pica y hace roncha.
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