La tilde
diacrítica se usa en ciertas palabras para diferenciar sus formas átonas y
tónicas. Es lo que sucede con qué, cuál,
quién, cómo, cuán, cuánto, cuándo, dónde y adónde.
Este tipo de
tilde es excepcional (es decir, no se atiene a las normas generales de
acentuación del español) y se utiliza en estos casos para diferenciar entre los
interrogativos y exclamativos tónicos y las conjunciones y los relativos
átonos. ¡Qué lío! ¿A quién se le habrá ocurrido esto?
Se trata de
armarse de valor e ir practicando con paciencia los casos en los que debemos
usar esta tilde. Un ejemplo interesante es el de las expresiones que incluyen
estas palabras con su correspondiente tilde diacrítica. No son muchas pero las
usamos con cierta frecuencia.
Muchos de
nosotros pensamos en el qué dirán y
nos da no sé qué escribir por el
temor a cometer una falta de ortografía. Hay también algunos, a cuál más atrevido, que no “le dan
mente a nada”. Quién sabe, a lo mejor
no debemos preocuparnos tanto por escribir mal. Qué va, dirán otros, ellos no
son quiénes para decirnos cómo tenemos que escribir. No sé cuántas veces he oído la misma cantaleta. No sé a quién se le ocurrió eso de
seguir la ortografía, unas reglas del año no
sé cuántos.
Generalmente los
que así opinan son los que peor escriben. Mira
por dónde, no estoy de acuerdo con ellos. Escribir correctamente es difícil
pero demuestra formación, interés y cultura. Algunos no les prestarán atención a
estos consejos pero muchos los agradecerán. No
hay de qué.
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