Este espacio está dedicado a promover las actividades de la Tertulia Lingüística de la Academia Dominicana de la lengua. Nuestro nombre está inspirado en la obra El ánfora del lenguaje de Bruno Rosario Candelier, ideador y promotor de esta tertulia. En su introducción podemos leer: "Todo lo que entraña la palabra, en atención al hermoso don del lenguaje, la reflexión y la creatividad, justifica conocerla y estudiarla en todas sus vertientes expresivas".
miércoles, 27 de marzo de 2013
Sinónimos con cocorícamo
martes, 19 de marzo de 2013
Pieza a pieza
jueves, 14 de marzo de 2013
Un pequeño atolladero
Las dudas ortográficas surgen a veces con las palabras que usamos cotidianamente. Son términos coloquiales que pueblan nuestras conversaciones pero que usamos poco en la escritura. Si además se trata de voces dialectales, que han adquirido significados que no se registran en los diccionarios de consulta más habitual, se nos dificulta confirmar con fiabilidad su escritura correcta.
En esta situación se encontró una seguidora que decidió tuitear su consulta. La palabra en cuestión era tollo. Ni que decir tiene que en nuestro día a día la usamos en infinitas ocasiones. Nuestra lectora dudaba entre elle o ye. Esta palabra está registrada en el Diccionario académico, que le atribuye un posible origen celta, pero entre sus acepciones no figuran las que a nosotros nos resultan tan usuales. Entre los dominicanos esta palabra ha desarrollado varias acepciones que pueden considerarse dominicanismos semánticos: 'suciedad, desorden', 'trabajo hecho sin cuidado' o 'lío, enredo'.
Este proceso de enriquecimiento es muy habitual. Una palabra patrimonial de origen ancestral va acumulando nuevos significados y también derivando en nuevas palabras. Seguro que conocen el clásico atolladero, ('lodazal' o 'estorbo u obstáculo que impide la continuación de un proyecto'). Este sustantivo procede del verbo atollar, derivado a su vez de tollo, con el significado de 'atascarse, quedarse retenido por algún obstáculo'. La familia léxica de tollo no se queda aquí. Existe también tolloso, un dominicanismo más.
De la consulta de nuestra lectora podemos sacar muchas enseñanzas. Interesarse por la ortografía de una palabra nos ayuda a aprender la de todas las palabras de su familia e incluso a conocer muchas otras relacionadas con ella. Aprenderemos ortografía y ampliaremos nuestro vocabulario. Nos confirma que un hablante de mayor cultura, como nuestra lectora, necesitará usar más diccionarios. Habrán notado, además, que la palabra tollo ha resultado ser muy productiva. ¿Será porque cada día encontramos más oportunidades para usarla?
sábado, 9 de marzo de 2013
Hechos históricos
Ciertos acontecimientos históricos nos obligan a plantearnos el uso correcto de las palabras; con más razón si el hecho no es muy habitual o, incluso, excepcional. Hace unas semanas la reina Beatriz de Holanda anunció su deseo de dejar el trono en manos de su hijo. Poco después nos despertamos con la noticia de que el papa Benedicto XVI había decidido no continuar ejerciendo como tal.
Si queremos expresar que la reina de Holanda renunció a su soberanía, diremos que abdicó la Corona o que abdicó de la Corona. Si deseamos añadir que la cedió a su heredero, lo expresaremos así: Beatriz de Holanda abdicó en favor de su hijo. Si de abdicar de un reinado se trata, solo los monarcas pueden hacerlo; pero el verbo abdicar puede usarse también para expresar la acción de renunciar a un derecho o a una ventaja: El Congreso abdica de su función de representación de los ciudadanos.
La decisión papal es una renuncia al pontificado, según lo establecido en el Derecho Canónico. Se trata de una dejación voluntaria de algo que se tiene. Por extraño que haya sido el hecho históricamente, los papas no dimiten, renuncian. Entre los que dimiten (o podrían hacerlo, aunque es algo casi tan extraordinario como la renuncia papal) están los políticos.
¿Se han planteado que en poco menos de un mes tendremos a un papa y a un expapa en el Vaticano? Sí, un expapa, así en una sola palabra, rara pero correcta. Situaciones extraordinarias históricamente que nos va a tocar presenciar y de las que seguiremos aprendiendo.