miércoles, 6 de abril de 2011

Unas cuantas tildes menos

    Entre las novedades que nos ha traído la nueva ortografía académica se encuentra la eliminación de la tilde en tres casos concretos. La regla general es que las palabras que tienen una sola sílaba no se acentúan ortográficamente. Existen, no obstante, casos de uso de la tilde para distinguir entre las formas tónicas y átonas de un mismo monosílabo.


 

La Academia propone eliminar la tilde cuando no obedece a esta necesidad de diferenciación. El caso de la conjunción disyuntiva o lo habíamos tratado en una Eñe anterior y es necesario que aclaremos la nueva posición académica. Hasta ahora poníamos la tilde a la conjunción o cuando aparecía entre cifras, para evitar una posible confusión con el cero. La nueva ortografía académica no considera suficiente esta motivación exclusivamente gráfica. La o, por lo tanto, ya no lleva tilde nunca.


 

Un caso muy frecuente es el de los demostrativos: este, ese, aquel, y sus femeninos y plurales. Hasta ahora les poníamos tilde cuando funcionaban como pronombres. Las ocasiones en las que puede existir confusión o ambigüedad entre adjetivos y pronombres son tan pocas que la Academia ha eliminado la recomendación de distinguirlos con la tilde.


 

El acento ortográfico también ha dejado de ser obligatorio para distinguir solo adjetivo ('sin compañía') de solo adverbio ('solamente'). Los contextos confusos son muy escasos y esto hace innecesario el empleo de la tilde distinguidora. Solemos quejarnos de la dificultad de las reglas ortográficas. En estos tres casos la Academia propone una simplificación. Será cuestión de irse acostumbrando.

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