Disfruto día a día con las viñetas humorísticas de nuestros diarios. Engarzan palabra e imagen con sutileza y gracia. Seguro que muchos de ustedes hacen lo mismo que yo y saltan páginas para ir directamente a lo que tienen que decirnos estos personajes que nos presentan la realidad, no siempre halagüeña, con un toque especial de ironía, sarcasmo o ternura.
Pero los redactores de estas viñetas usan también la lengua en sus concentrados bocadillos y no están libres de los temidos - espero - errores ortográficos. Dio en la diana el chiste gráfico que criticó muy expresivamente los tapones memorables que se produjeron gracias a la combinación de bandereos políticos y Semana Santa.
La comparación fue acertada; no tanto el uso ortográfico. Leíamos *crucificción por crucifixión. Se trata de la confusión entre -x- y -cc-. Los hablantes que seseamos pronunciamos de la misma manera las terminaciones –xión y –cción. No es desde luego una excusa. Déjenme ofrecerles un pequeño truquito que la Nueva ortografía de la lengua española académica ofrece para cuando dudemos y no tengamos un diccionario a mano. Las palabras terminadas en –xión siempre tienen en su familia de palabras (palabras que comparten la misma raíz) una que termina en –jo o en -xo. Hagan la prueba con crucifixión (crucifijo), anexión (anexo, anejo), conexión (conexo), etc. Esto no les sucede a las palabras que terminan en –cción.
Algunos alegarán que hay que conocer muchas palabras. Nadie dijo que fuera fácil. La riqueza de vocabulario y el conocimiento de las relaciones "familiares" entre los vocablos nos ayudan con la ortografía. Más razones para leer y para usar el diccionario.
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