Tengo que reconocer que el verbo haber acumula dificultades. El inconveniente más evidente es el ortográfico: la h y la b nos causan a veces sus problemitas. Sin embargo, los errores más frecuentes los encontramos, sin duda, en la utilización de haber en expresiones impersonales. En ellas haber expresa la presencia de aquello que indica el nombre que lo sigue en la oración. Por ejemplo: "hay café en la taza". En este uso, muy importante y aparentemente simple, hay dos escollos que repetimos una y otra vez pero que son muy fáciles de salvar.
El primer error consiste en hacer concordar en número el verbo con el sustantivo que lo sigue. Leemos y oímos muy a menudo, por ejemplo, "hubieron muchas personas que llegaron tarde", cuando lo correcto es "hubo muchas personas que llegaron tarde". Debemos mantener el verbo en singular puesto que el sustantivo que lo sigue no funciona como su sujeto sino como su complemento directo.
El segundo error, muy parecido al primero, lo cometen quienes utilizan haber con la primera o la segunda persona. Cuando de oraciones impersonales se trata, sólo debemos utilizar el verbo haber en las formas de la tercera persona del singular: hay, hubo, habrá, había, habría, haya hubiera, hubiese; por lo tanto, expresiones como "habemos muchos que llegamos a tiempo" son incorrectas y podemos evitarlas si prestamos un poco de atención. Ya sabemos que la expresión correcta, tanto oral como escrita, nos exige cuidado, pero también nos ayuda a comunicarnos mejor y habla bien de nosotros mismos.
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