martes, 1 de octubre de 2013

Con o sin


Pocas cosas quedan sin explicación en la lengua. No hay nada como poder dar una razón clara cuando un hablante nos plantea una duda.
Las palabras de una sola sílaba no llevan tilde. La presencia o la ausencia de la tilde en español sirve para marcar cuál es la sílaba tónica de una palabra y su uso deja de tener sentido cuando la palabra es monosílaba.
Cuando utilizamos la tilde en las palabras de una sola sílaba la justificación es otra. En estos casos la llamamos tilde diacrítica porque nos sirve para diferenciar dos palabras distintas pero que coinciden en su forma, aunque una de ellas es tónica y la otra no. En esta situación se encuentran las parejas mí/mi y sí/si. 
Cuando mi es el adjetivo posesivo (mi nombre, mi apellido) o se trata del nombre de la nota musical no usamos la tilde; en cambio, cuando se trata del pronombre personal la tilde diacrítica es obligatoria: Para mí es imprescindible el diccionario. Cuando si es el nombre de la nota musical (si bemol sostenido) o la conjunción condicional (si tú me dices ven…) no lleva tilde; sin embargo, el pronombre reflexivo (confía en sí misma) debe escribirse con tilde diacrítica. No olvidemos que el pronombre ti no necesita distinguirse de otra palabra con la misma forma, porque no la hay, y que, por esta razón, no tenemos necesidad de colocarle la tilde.
Parece mentira que esa pequeña rayita inclinada nos ayude tanto a leer y a entender lo que leemos y, además, a distinguir unas palabras de otras, que nunca viene mal.

 

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