martes, 29 de mayo de 2012

En un lugar de Tampa

En la ciudad de Tampa en Florida el barrio histórico de Ybor, formado en su origen por inmigrantes cubanos y españoles, ha protagonizado una "batalla" ortográfica y ciudadana. En homenaje lingüístico a su herencia cultural la denominada Seventh Avenue lucía con orgullo su denominación en español, La Sétima. Algunos pobladores pidieron a las autoridades municipales la corrección de este nombre para que pasara a ser La Séptima. Y aquí surgió la controversia ortográfica.

Cuando pronunciamos el grupo de consonantes pt relajamos mucho la pronunciación de la p. Las variantes ortográficas que reflejan este fenómeno están admitidas en séptimo y septiembre debido a su uso generalizado y frecuente; por lo tanto, las grafías sétimo y setiembre no están consideradas como errores ortográficos. No así los derivados, como septuagenario o séptuplo, ni el resto de voces que incluyen este grupo consonántico.

Pero en lengua, además de la corrección, hay que tomar en cuenta la valoración de los hablantes. La reducción del grupo en la escritura está considerada como un uso poco cuidado mientras que su mantenimiento se relaciona con un uso culto. Los habitantes de Ybor defendieron sus posturas y demostraron que la ortografía todavía puede levantar pasiones. Unos abogaban por el mantenimiento de lo establecido; otros por un cambio ortográfico que reflejara una apreciación culta. Finalmente el ayuntamiento decidió aprobar que la calle se llamara La Séptima. Todos tenían sus razones. Podemos inclinarnos por una postura o por otra pero, en cualquier caso, la polémica reafirma la trascendencia de la ortografía y cómo lo que para muchos solo representa un conjunto de normas molestas puede significar, para los que valoran su lengua, una seña de identidad cultural que merece ser defendida.

1 comentario:

YEL dijo...

¡Gracias María José por este artículo! Realmente desconocía de mi parte que era aceptable sétimo y setiembre (ver para creer: lo acabo de comprobar en RAE.es). Algo parecido habría pasado con sicología, sin la p inicial.
Un ahorro que yo personalmente quisiera que nunca se nos ocurra imponerla en el español es la omisión de los signos de apertura de admiración e interrogación (¡ ¿). Pero con la digitación abreviada en la Web, la preponderancia del inglés, etc., quizás no podemos estar tan seguro de eso. Una vez casi me dio un ataque: vi un gran letrero de anuncio publicitario en Santo Domingo, de una compañía solvente, que omitió expresamente el signo inicial ¿.
Un profesor mío en los EUA (no era lingüista, sino informático) dijo una vez que le parecía más lógico el uso de los signos de aperturas ¡ ¿ para demarcar la oración completa.
Saludos.