jueves, 27 de diciembre de 2012

¿Es un deber o una probabilidad?

    Todas las lenguas responden un principio universal: la economía del lenguaje. Se trata de expresar el mayor contenido significativo con el menor esfuerzo posible. De aquí resulta que cada elemento de la lengua, por insignificante que nos parezca, tiene importancia para lo que queremos decir. Son muchos los ejemplos: las tildes, los signos de puntuación, el uso del género o del número. Las preposiciones, un grupo pequeño y cerrado, abundan en pequeños grandes matices. Veamos, si no, este ejemplo.

    En las construcciones con el verbo deber encontramos dos posibilidades. Podemos expresar una obligación: "Debe firmar el contrato para que tenga validez"; la construcción correcta será entonces verbo deber + verbo en infinitivo. Pero también podemos expresar una probabilidad o una duda: "Debe de tener algún problema"; en este caso se recomienda el uso de la preposición de entre deber y el infinitivo. Una pequeña palabra gramatical, con tan solo dos letras, que aporta mucho significado. Cuántas veces la encontramos usada incorrectamente hasta llegar a perder su poder de expresión y cuántas veces las repetimos así.

    Muy pocas cosas hay en la lengua que estén ahí y no tengan su razón de ser. La mayoría nos pasan desapercibidas; otras muchas las aprendemos mal. Como en tantas otras facetas de la vida, debemos ejercitar nuestra capacidad de análisis y nuestro sentido crítico. El español que hemos heredado nos lo agradecería. Lo contrario sería renunciar a nosotros mismos.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Que no nos falten las palabras

Las palabras me parecen pequeñas esponjas que van absorbiendo a su paso por el tiempo nuevos significados. Las voces de nuestra lengua saben mucho de esto. Desde su nacimiento a partir del latín tardío han vivido muchos siglos, han recorrido muchas tierras y se han puesto al servicio de muchas gentes. Este recorrido vital –porque las palabras viven y mueren- las ha ido impregnando de matices que, aunque muchas veces nos pasan desapercibidos, evocan tiempos, tierras y gentes que ya no están. Las palabras son parte de su legado y del que nosotros dejaremos a los que vengan.

Las fiestas navideñas, tradicionales por excelencia, son ricas en festejos, reencuentros familiares alrededor de la mesa, y también en palabras. Aguinaldos, teleras, angelitos, charamicos y burritos sabaneros llegan con ellas y nos dicen adiós con la Vieja Belén. Si buscan en el DRAE la palabra angelito no encontrarán la acepción que refleje el intercambio programado de regalos que se repite año tras año en nuestras celebraciones navideñas. El aguinaldo pasa de ser un regalo o una canción popular con motivo de la Navidad a convertirse entre nosotros en una fiesta navideña. La palabra sabana, tan cercana con su origen caribe, denomina una llanura extensa. La integración de este indigenismo en nuestra lengua la demuestra el desarrolla del adjetivo sabanero, 'habitante de la sabana', que le cae también a nuestros burritos.

Vayan mis mejores deseos para todos ustedes. En estos días necesitamos, sobre todo, que no nos falten las palabras y que sepamos usarlas para la concordia y la paz.

Interesante artículo

http://www.hoy.com.do/opiniones/2012/12/15/458903/Errores-gramaticales-en-la-Constitucion-Dominicana

martes, 11 de diciembre de 2012

Una de prefijos

Entre las novedades de la Ortografía académica de 2010 se encuentran algunas indicaciones sobre el uso de los prefijos. Aunque alguna que otra de estas Eñe la han protagonizado los prefijos creo que no sobra que volvamos sobre ellos. Algunas de estas partículas presentan dos formas en nuestra lengua y surge la duda de cuándo usar una u otra. Es el caso de los prefijos pos-/post- y tras-/trans. Para ambos se prefiere la forma simplificada: pos- y tras-. Elegiremos así las palabras posmoderno, posparto, posguerra, trasportar, trasparente o trascendental. Y aquí llega la inevitable excepción. Solo nos decantaremos por las formas post- y trans- si la palabra a la que se añaden comienza por s-. La ortografía de los derivados correspondientes sería la siguiente: postsindical, postsoviético, transiberiano o transexual. (Cuando usamos el prefijo trans- seguido de la consonante s mantenemos solo una de las dos eses resultantes).

Como todos los prefijos, se escriben unidos a la palabra a la que modifican, salvo en algunos casos muy concretos. Cuando se aplican a una combinación de palabras siempre se escriben separados: pos guerra fría. Se ayudan del guion cuando se unen a una cifra, un nombre propio o una sigla: pos-14 de Junio, pos-URSS, pos-Balaguer. No nos viene mal recordar también estas reglas y aplicarlas al prefijo ex−. En tiempos como los nuestros, en los que dejamos tantas cosas atrás, inevitablemente debemos tener presentes a los exesposos, los expresidentes y los ex altos cargos, y cuidarnos de que el prefijo ex− no se nos pegue a nosotros.


 


 


 


 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Acto de incorporación del escritor Bogdan Piotrowski

ACADEMIA DOMINICANA DE LA LENGUA

CORRESPONDIENTE DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

Fundada el 12 de octubre de 1927

La Lengua es la Patria

Santo Domingo, República Dominicana

   La Academia Dominicana de la Lengua se complace en invitarle al acto de incorporación del escritor
Bogdan Piotrowski, como MIEMBRO CORRESPONDIENTE de esta institución.

   En esta actividad cultural el nuevo Académico de la Lengua leerá su Discurso de Ingreso con el tema "La palabra y sus dimensiones en la creación poética de Karol Wojtyla". Será recibido por el director de la institución, Dr. Bruno Rosario Candelier.

   El  acto se realizará en la sede de nuestra institución el martes 11 de diciembre de 2012, a las cinco de la tarde. Este acto académico forma parte de la tradición protocolar que las Academias de la Lengua celebran al formalizar la entrada de un nuevo integrante de la corporación.

   En espera de su presencia, le saluda cordialmente,

Dr. Bruno Rosario Candelier

Director.-

Lugar: C/ Mercedes 204, Ciudad Colonial

Día: Martes 11 de diciembre de 2012.

Hora: 5:00 p.m.

Casa de las Academias, C/ Mercedes 204, Ciudad Colonial

Santo Domingo, República Dominicana

acadom2003@hotmail.com

Fono fax: 809-687-9197.


 


 


 


 


 


 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Pequeños trucos

    Una de las reglas ortográficas más fáciles es la que establece el cambio de la conjunción copulativa y por e cuando va seguida de una palabra que empieza por el sonido i: tortugas e iguanas, único e irrepetible. Lo que produce el cambio de la conjunción es el sonido inicial de la palabra siguiente y no la letra. Si esta comienza por h, la regla se mantiene (ya saben eso de la h muda): aguja e hilo, padre e hijo. La regla es fácil, no hay duda, pero, como casi siempre, tiene sus pequeñas excepciones.

    Si la palabra empieza con la i formando diptongo con otra vocal (ie, ia, io, iu) mantenemos la conjunción y. Así no diremos *flores e hierba sino flores y hierba, *madera e hierro sino madera y hierro. Algunas veces la conjunción y adquiere una intensidad especial, por ejemplo, en ciertas preguntas. Seguro que más de una vez han preguntado ¿Y Inés Aizpún?
¿Cuándo publica su columna? Esta es la forma correcta y una de las excepciones a la regla.

    La regla de oro es pensar en el sonido y no en la letra. Si la palabra en cuestión procede de otra lengua y empieza por el sonido i, aunque no se escriba con esta letra, obliga también a que la conjunción y cambie a e. Daremos, por tanto, nuestro teléfono e e-mail (en inglés esta e de e-mail se pronuncia como i). Algo similar sucede con las palabras que, aunque tienen i o hi iniciales, no se pronuncian con este sonido. Cada día nos familiarizamos más con tabletas y ipods (pronunciado en inglés /aipods/). Son muchos los casos de h aspirada: Mussolini y Hitler, Obama y Hillary. Las cosas de la lengua. Todas tienen truquito e intríngulis.

Una cosecha de verbos

Si hay algo que impresiona a los que se deciden a estudiar español como segunda lengua es la conjugación verbal. Nuestro sistema verbal es complejo y su dominio exige esfuerzo e interés. Incluso muchos hablantes de español como lengua materna vacilan al conjugar. O si no, analicen conmigo estos ejemplos.

Suelen ponernos en aprietos los verbos que presentan alternancia entre vocales y diptongos en su raíz. Veámoslos más de cerca. Un verbo se compone de una raíz y de una terminación verbal. Así, podríamos analizar cantar en su raíz (cant-) y su desinencia (-ar).

Los verbos irregulares a los que nos referimos hoy llevan vocal en su raíz en algunas de sus formas mientras que en otras cambian esta vocal por un diptongo. Nos sentimos inseguros al usar en presente verbos como renovar, volcar o nevar. ¿Decimos yo renuevo o yo* renovo, *neva o nieva? Por supuesto dudamos más en verbos de uso poco frecuente. Para evitarlo basta seguir una conjugación modelo de un verbo de uso habitual. Elijan contar o jugar. Díganlos en tiempo presente (cuento, cuentas, cuenta, cuentan/ juego, juegas, juega, juegan) y verán cómo las sílabas tónicas (con acento) de su raíz cambian la vocal por el diptongo, mientras que si la raíz es átona la vocal se mantiene (contamos, jugamos).

Estos verbos irregulares tienen una regularidad propia. Prueben a aplicar esta regla, por ejemplo, a renovar o volcar y verán que siguen el mismo modelo: diptongo en la raíz tónica (renuevo, renuevas, renueva, renuevan/ vuelco, vuelcas, vuelca, vuelcan) y vocal en la raíz átona del presente (renovamos/ volcamos).

Conocer nuestra lengua nos ayuda a usarla mejor y a sentirnos más confiados al expresarnos. Es una tarea de cada día cuyos frutos maduran con el tiempo pero que podemos ir cosechando con cada palabra.